En informe tras informe, noticia tras noticia y artículo tras artículo corroboramos que la educación está en declive, llegando a cifras cada año más altas de fracaso escolar. Diferentes programas de adaptación, salidas varias de orientación estudiantil, reformas a nivel estatal... parches que tratan de ponerse a un problema como el mencionado sin producir ni los más mínimos resultados.
¿Por qué existen resultados deficientes en la escuela? Ese es un paradigma que se estudia desde todas las perspectivas y en todos los lugares. Entre muchas de las causas diversas que se barajan (hay para todos los gustos y colores en función de la línea pedagógica que se siga), yo, personalmente, me paro hoy a reflexionar sobre la motivación.
Durante muchos años se ha afirmado que el estudiante era un ser pasivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que el papel principal era el del profesor como transmisor de conocimientos. Pero poco a poco esta idea fue cambiando. La Escuela Nueva o la Escuela Libre, por ejemplo, introducen el concepto del aprendiz con un papel activo, protagonista del proceso de aprendizaje. Y en él, tiene una relevancia considerable la motivación por parte del alumno, que le interese aquello que aprenda para poder llegar a un aprendizaje significativo.
Bien es sabido que hoy en día los niños no muestran interés por la mayoría de cosas que provienen de la institución educativa. Se aburren con los libros de texto teóricos, con los exámenes trimestrales o con los dictados repetitivos de cada clase de lengua. Y es que "se hace trabajar al niño sin haber despertado en él, previamente, un deseo" (Claparède). Y muchos docentes se echan las manos a la cabeza: "estos niños de hoy en día no son cómo los de antes". Pues no les voy a quitar razón en su afirmación. Exactamente porque los niños de hoy no son como los de antes, debemos buscar qué les motiva ahora, pues no será lo mismo que a aquellos jóvenes que han crecido en un contexto social, político y económico tan diferente.
Pues bien, ¿no es cierto que como individuos sociales que somos, estamos interrelacionados y cada uno de los aspectos de nuestra vida influye en el resto? ¿No es cierto que aquello que sucede dentro de un aula sale, de una forma más consciente o inconsciente, a la vida fuera de ella? ¿Y por qué no seguir el camino a la inversa? Ya que la motivación está fuera de la escuela, busquémosla allí.
Un mundo con avances tecnológicos tan diversos y tan rápidos como el de hoy en día, bien merece la pena usarlo en provecho de la educación. Internet se ha convertido en un medio de comunicación de masas extremadamente poderoso. Las noticias a tiempo real, la posibilidad de intercambio de conversaciones y opiniones de manera instantánea o la amplitud de información de la que disponemos, puede ser muy ventajosa. No nos dejemos cerrar la mente por quienes nos bombardean con aquello de "los peligros de la red", demos la vuelta a la tortilla. Las redes sociales tales como Messenger, Facebook, blogs..., son el motor que mueve a la juventud de hoy en día. Despiertan interés, diversión, entretenimiento... en definitiva, motivación. Pues pongamos nuestras miras en ello. Un blog nos permite acercar a los niños la educación desde su propio interés. Y, pese a lo que se pueda pensar, es posible aprender cualquier materia a través de la red. Por ejemplo, lenguaje se practica de manera constante, pues para su uso es necesario escribir. Los típicos deberes de bolígrafo y papel pueden terminar con una simple entrada en el blog para escribir acerca de un determinado tema debatido en clase. Y las lecturas sobre teorías se pueden amenizar con vídeos que se cuelguen en la red. Los alumnos pueden retomar la familiaridad con la creatividad mediante los distintos soportes multimedia que admite un blog. La idea de encontrar una web interesante y aportar ese enlace en el blog sabiendo que será útil para otras personas, que lo visitarán y que les será de su agrado, hace que a los niños les apetezca buscar en la amplitud de la red. Es más, no sólo buscarán, sino que aprenderán a seleccionar aquello que sea adecuado.
Se abre una nueva ventana a la educación y, si queremos que nuestros alumnos tengan éxito, debemos mirar por ella. Además de los beneficios en términos de conocimientos que nos puede aportar, no debemos obviar otro punto a su favor: los blogs están interconectados, por lo que cada uno de los alumnos puede aprender de todos sus compañeros, de sus profesores e incluso de personas ajenas a esa aula que quieran aportarles algo. Una nueva dimensión de cooperación, de aprendizaje grupal que, guiado de la forma adecuada por un docente, pueden enriquecer el proceso formativo de los niños. Porque, como dice Sabater, "nuestro maestro no es el mundo, las cosas, los sucesos naturales, ni siquiera ese conjunto de técnicas y rituales que llamamos <cultura>, sino la vinculación intrasubjetiva con otras conciencias" (Sabater, F;El valor de educar, 1997: 16). Y esas otras "conciencias" están más cerca que nunca con recursos tecnológicos como el blog
Todo lo dicho anteriormente es con lo que me quedo después de esta práctica. Como la mayoría de mis compañeros, tengo cuenta en diferentes redes sociales, las cuales visito de manera cotidiana. Si bien es cierto que en diferentes asignaturas nos han hablado sobre pedagogías que siguen un esquema similar al mencionado blog (recordemos las Técnicas Freinet y el diario interescolar), es la primera vez que entro a formar parte, a vivir la experiencia. He visto en los diferentes blogs visitados que es posible aprender a través de ellos. Se observa cómo jóvenes que, en una metodología tradicional, se aburrían o incluso llegaban a odiar la historia, sienten atracción por ella a través de las diferentes actividades que se plantean en el blog. Y, puesto que todo maestro debe haber sido antes aprendiz, considero que podemos sacarle mucho provecho a esta asignatura, tanto desde una perspectiva de estudiantes como desde la de futuros educadores, teniendo un recurso más a nuestro alcance.
¿Por qué existen resultados deficientes en la escuela? Ese es un paradigma que se estudia desde todas las perspectivas y en todos los lugares. Entre muchas de las causas diversas que se barajan (hay para todos los gustos y colores en función de la línea pedagógica que se siga), yo, personalmente, me paro hoy a reflexionar sobre la motivación.
Durante muchos años se ha afirmado que el estudiante era un ser pasivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que el papel principal era el del profesor como transmisor de conocimientos. Pero poco a poco esta idea fue cambiando. La Escuela Nueva o la Escuela Libre, por ejemplo, introducen el concepto del aprendiz con un papel activo, protagonista del proceso de aprendizaje. Y en él, tiene una relevancia considerable la motivación por parte del alumno, que le interese aquello que aprenda para poder llegar a un aprendizaje significativo.
Bien es sabido que hoy en día los niños no muestran interés por la mayoría de cosas que provienen de la institución educativa. Se aburren con los libros de texto teóricos, con los exámenes trimestrales o con los dictados repetitivos de cada clase de lengua. Y es que "se hace trabajar al niño sin haber despertado en él, previamente, un deseo" (Claparède). Y muchos docentes se echan las manos a la cabeza: "estos niños de hoy en día no son cómo los de antes". Pues no les voy a quitar razón en su afirmación. Exactamente porque los niños de hoy no son como los de antes, debemos buscar qué les motiva ahora, pues no será lo mismo que a aquellos jóvenes que han crecido en un contexto social, político y económico tan diferente.
Pues bien, ¿no es cierto que como individuos sociales que somos, estamos interrelacionados y cada uno de los aspectos de nuestra vida influye en el resto? ¿No es cierto que aquello que sucede dentro de un aula sale, de una forma más consciente o inconsciente, a la vida fuera de ella? ¿Y por qué no seguir el camino a la inversa? Ya que la motivación está fuera de la escuela, busquémosla allí.
Un mundo con avances tecnológicos tan diversos y tan rápidos como el de hoy en día, bien merece la pena usarlo en provecho de la educación. Internet se ha convertido en un medio de comunicación de masas extremadamente poderoso. Las noticias a tiempo real, la posibilidad de intercambio de conversaciones y opiniones de manera instantánea o la amplitud de información de la que disponemos, puede ser muy ventajosa. No nos dejemos cerrar la mente por quienes nos bombardean con aquello de "los peligros de la red", demos la vuelta a la tortilla. Las redes sociales tales como Messenger, Facebook, blogs..., son el motor que mueve a la juventud de hoy en día. Despiertan interés, diversión, entretenimiento... en definitiva, motivación. Pues pongamos nuestras miras en ello. Un blog nos permite acercar a los niños la educación desde su propio interés. Y, pese a lo que se pueda pensar, es posible aprender cualquier materia a través de la red. Por ejemplo, lenguaje se practica de manera constante, pues para su uso es necesario escribir. Los típicos deberes de bolígrafo y papel pueden terminar con una simple entrada en el blog para escribir acerca de un determinado tema debatido en clase. Y las lecturas sobre teorías se pueden amenizar con vídeos que se cuelguen en la red. Los alumnos pueden retomar la familiaridad con la creatividad mediante los distintos soportes multimedia que admite un blog. La idea de encontrar una web interesante y aportar ese enlace en el blog sabiendo que será útil para otras personas, que lo visitarán y que les será de su agrado, hace que a los niños les apetezca buscar en la amplitud de la red. Es más, no sólo buscarán, sino que aprenderán a seleccionar aquello que sea adecuado.
Se abre una nueva ventana a la educación y, si queremos que nuestros alumnos tengan éxito, debemos mirar por ella. Además de los beneficios en términos de conocimientos que nos puede aportar, no debemos obviar otro punto a su favor: los blogs están interconectados, por lo que cada uno de los alumnos puede aprender de todos sus compañeros, de sus profesores e incluso de personas ajenas a esa aula que quieran aportarles algo. Una nueva dimensión de cooperación, de aprendizaje grupal que, guiado de la forma adecuada por un docente, pueden enriquecer el proceso formativo de los niños. Porque, como dice Sabater, "nuestro maestro no es el mundo, las cosas, los sucesos naturales, ni siquiera ese conjunto de técnicas y rituales que llamamos <cultura>, sino la vinculación intrasubjetiva con otras conciencias" (Sabater, F;El valor de educar, 1997: 16). Y esas otras "conciencias" están más cerca que nunca con recursos tecnológicos como el blog
Todo lo dicho anteriormente es con lo que me quedo después de esta práctica. Como la mayoría de mis compañeros, tengo cuenta en diferentes redes sociales, las cuales visito de manera cotidiana. Si bien es cierto que en diferentes asignaturas nos han hablado sobre pedagogías que siguen un esquema similar al mencionado blog (recordemos las Técnicas Freinet y el diario interescolar), es la primera vez que entro a formar parte, a vivir la experiencia. He visto en los diferentes blogs visitados que es posible aprender a través de ellos. Se observa cómo jóvenes que, en una metodología tradicional, se aburrían o incluso llegaban a odiar la historia, sienten atracción por ella a través de las diferentes actividades que se plantean en el blog. Y, puesto que todo maestro debe haber sido antes aprendiz, considero que podemos sacarle mucho provecho a esta asignatura, tanto desde una perspectiva de estudiantes como desde la de futuros educadores, teniendo un recurso más a nuestro alcance.
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