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sábado, 23 de octubre de 2010

Un día en mi vida



Frente a la propuesta de contar un día de mi vida mediante imágenes, se plantearon ante mí diversas dudas, pero la primera y principal era qué y cómo lo cuento. El primer paso que dí fue pensar qué quería contar e imaginar las posibles fotos. Frente a un papel en blanco, me dispuse a hacer un borrador. Dentro de un cuadro escribí una o dos palabras que me daban a entender la foto que quería. Una vez esta idea completada, era necesario ordenar esos proyectos de imagen, pues las ideas hay que apuntarlas mientras vienen, el orden siempre se puede modificar después. Y por último, decidí qué breve descripción podía acompañar a esas imágenes para transmitir a quien las observase todo aquello que suponían para mí. Después de unas cuantas horas, gran cantidad de palabras tachadas, flechas de cambio de orden, números que hacen moverse las fotografías y unos cuantos quebraderos de cabeza... ahí estaba. Una de las partes más difíciles de la tarea, ya estaba hecha. Sólo faltaba llevarla a la práctica. A lo largo de la ejecución del borrador éste también ha ido modificándose sobre la misma actividad. Y no es que no fuese correcto el primero, sino que una buena idea siempre está abierta a cualquier revisión para mejorarla.

Sin embargo, también he de decir que considero mejor la idea (ese borrador que mencionaba) que el resultado. Mis conocimientos fotográficos son bastante reducidos, limitándose a "echar unas cuantas fotos" en diferentes acontecimientos y esto influye en la calidad del pase final de diapositivas.

Hecha esta anotación, volvamos donde lo dejamos. Con un borrador en la mano, sólo era cuestión de ponerse manos a la obra. Cámara en mano, pegada a mí las 24 horas del día, iba haciendo mis cosas cotidianas. Al principio me daba cuenta que la gente miraba extrañada al ver a alguien haciendo fotografías a cosas tan cotidianas como puede ser un café, pero llegó un momento en que ni me percataba de ello: hacía lo mismo que siempre pero a través de un objetivo digital. Como resultado, más de 80 fotografías que pasaban a la segunda fase: selección de imágenes. Frente al ordenador. Miraba una tras otra, escogiendo únicamente aquellas que se ajustaban más a aquel borrador inicial y, alguna que me impactaba y por tanto, decidía incluir en mi proyecto. Pero me encontré ante la tesitura de tener escritas ideas en el papel que no conseguía encuadrar en una fotografía concreta, así que no dudé en hacer uso de otros recursos, como dibujos de Internet que mediante una composición han terminado por formar parte de las diapositivas de "un día de mi vida".

Una vez reunido el material para el proyecto, llegaba la parte técnica: flickr. Personalmente, no sabía nada sobre este sitio web. Por no saber, ni tan solo lo había oído nombrar. Así que, lo mejor, recopilar información que me diera conocimientos sobre aquello que iba a utilizar. Wikipedia, blogs, tutoriales, opiniones diversas... Un poco de lectura y a entrar en este nuevo mundo. Tras conseguir mi cuenta en yahoo, me hice miembro de flickr y, teniendo en cuenta lo leído, empecé a "toquetear" todo aquello disponible. Antes de empezar con el proyecto que tenía entre manos, cogí un par de fotos que tenía por el pc, las subí, les puso título, descripción, cambié la licencia, creé un álbum, eliminé fotos... Es decir, un ensayo para poder entrar en materia. Y aquí fue donde me surgieron unas cuantas dudas más. Gracias a este intento, tuve claro qué había entendido con mis lecturas iniciales y qué seguía sin controlar. Así que de nuevo, en busca de información para paliarlo. "Flickr" en "google" da 306.000.000 resultados, y entre ellos conseguí saber, por ejemplo, qué era aquello de "creative commons".

Tras esta primera toma de contacto, pasé a subir las fotografías e imágenes varias destinadas a mi proyecto inicial. Introducido un título, una breve descripción y atribuida la licencia correspondiente, creé el álbum "Simplemente, YO". Dentro de él arrastré las imágenes y las ordené como creí oportuno, para compartirlas después con mis compañeros de clase mediante el grupo de Flickr P24-2010.

Realizado ésto, modificado, retocado y una vez dado el visto bueno, me planteé seguir con la práctica: introducir éste álbum en mi blog como pase de diapositivas. Gran dilema, pues aún con la información de la que disponía, no sabía cómo hacerlo. Busqué, intenté y pregunté en twitter. Empezaba a estar desesperada por no poder conseguirlo y, gracias a un blog al que hago referencia en la entrada anterior ( <a href="http://avalerofer.blogspot.com/2010/07/insertar-albumes-de-flickr-en-el-blog.html#more">http://avalerofer.blogspot.com/2010/07/insertar-albumes-de-flickr-en-el-blog.html#more</a> ) se hizo la luz. El resultado final está a la vista de todos. Tal vez no sea digno de un fotógrafo profesional, ni haya utilizado todas las opciones para mejorarlo que pueda conocer un experto en flickr, pero, lo que afirmo rotundamente es que estoy orgullosa de mi resultado, pues no se trata únicamente de un pase de diapositivas concreto, sino de la entrada en una nueva forma de tratar las fotografías desconocida por mí hasta el momento. Un aprendizaje de gran utilidad.

Y, hablando de aprendizaje, he hecho un pequeño viaje en el cómo he realizado esta práctica y he remarcado alguna de las aportaciones que han quedado en mí de dicho viaje, pero no de qué he aprendido en esas lecturas que han acompañado a la propia práctica.

Flickr es un sistema de gestión de fotografías online

Respecto a su funcionamiento, Flickr es una aplicación bastante fácil de usar y con diseño muy práctico. Las opciones están definidas de forma clara y no resulta un mundo de complicaciones como por ejemplo lo es photoshop para mí. Al principio no entendíaor qué, para poder usarlo, debía hacerme una cuenta en Yahoo, pero tras leer que Yahoo compró Flickr, parece más lógico.

Darse de alta en Flickr es gratuito, así como su cuenta hasta un límite de unas 200 fotografías mensuales aproximadamente. Para niveles superiores existe la opción de ampliar ese límite previo pago. Pero, siendo realistas, cualquier persona que no se dedique al mundo fotográfico de forma profesional tiene suficiente con este límite, dando un punto más favorable a Flickr.

Además de las opciones mencionadas de gestionar y tratar fotografías, cabe destacar su vertiente social. Flickr también es un lugar de reunión de aficionados, una sala de exposiciones y un vehículo comunicación de experiencias e iniciativas que se comparten y se llevan a cabo online.

En Flickr los internautas pueden interactuar entre sí de mil formas distintas, ya sea mostrándose los unos a los otros sus colecciones fotográficas o bien debatiendo sobre los sistemas de ordenación de las imágenes. Se crea así un álbum global y únicamente con escribir la palabra de la fotografía que queramos obtener, aparecerán todas las de los distintos usuarios que tienen dicha palabra como tema de referencia siempre y cuando permitan la visualización pública. Y es que, entre las opciones que ofrece Flickr está la decisión de cada usuario de atribuir una visibilidad limitada o ampliada y una licencia u otra.

En el tema de las licencias, nos encontramos con Creative Commons, una organización sin ánimo de lucro que pretende mejorar la posibilidad de compartir trabajos creativos. A través de sus licencias tiene en cuenta temas como los derechos de autor o el dominio público para permitir el uso de las fotografías de un usuario a otro. Con las licencias Creative Commons el usuario puede elegir que cualquiera use sus fotografías con restricciones: reconociendo la autoría original, impidiendo o no su uso para actividades comerciales y lucrativas, limitando las modificaciones del original o, en caso de producirse, quedando sujetas a las misma licencia que la obra digital... Es decir, Flickr te permite tener un mayor control sobre qué quieres permitir que se haga con tus fotografías y facilitando que la gente comparta sus "obras" con una mayor seguridad y confianza.

En resumen, Flickr nos ofrece un sitio web donde organizar y tratar nuestras fotografías online de forma gratuita, a la vez que, como red social, favorece que la gente pueda compartir proyectos interesantes desde la tranquilidad que proporciona las licencias de Creative Commons a elección del autor.

Respecto a la relación entre Flickr y el Blog, podemos insertar nuestras imágenes ya tratadas y organizadas en una entrada del blog con el reproductor de diapositivas que proporciona Flickr. Aunque no es el único recurso que lo permite (Picasa, por ejemplo, también nos da esta opción), el reproductor de Flickr es mejor en algunos aspectos: permite la vista en pantalla completa y despliega las imágenes reducidas. Además, nos permite mostrar muchas fotografías sin ocupar mucho espacio en la entrada del blog y proporcionando a los lectores una forma cómoda de ver nuestras imágenes.

Añadir que, blogger nos permite, mediante un gadget, mostrar algunas de nuestras fotos subidas a Flickr. Me ha parecido interesante y, como se puede ver, he hecho uso de este recurso en mi propio blog. Mediante el gadget Flickr Photostream (lo encontraremos en la sección de "destacados"), podemos insertar imágenesde Flickr en el lateral de nuestro blog.

Para terminar he de remarcar que, aunque esta práctica pueda parecer sencilla, a mí, personalmente, me ha costado mucho esfuerzo. Sin embargo, también he obtenido mi recompensa, pues he adquirido gran cantidad de conocimientos que, a través de la práctica, iré poniendo en uso y mejorando.

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